martes, 17 de marzo de 2015

Daguerrotipo


¡Qué misterioso encanto el de las fotos que nos llegan del pasado! Es como si cobraran forma las sombras del siglo XIX, cuando aún no existían imágenes, ni máquinas, ni ferrocarriles, ni asfalto en los caminos. Ésta que muestro es del año 1840, uno de los primeros daguerrotipos que se conservan en el estado de Baviera. La ocasión conmemorada, el cumpleaños del compositor y organista bávaro Max Keller, que posa con su esposa en el centro de la imagen. Detrás aparecen miembros de su servicio doméstico y de su familia, como muertos antiguos transportados al siglo XXI por el milagro de una técnica entonces rudimentaria. Pero quien atrae poderosamente la atención es la mujer de la primera fila a la izquierda, con el cabello oscuro severamente partido y expresión ausente. Dicen, y quiero creer que así es, que se trata de una antigua amiga austriaca de la familia llamada Constanze, Weber de soltera, que solía visitar con frecuencia Altötting, donde fue tomada la imagen. Constanze estaba viuda de su primer marido, al que dio seis hijos, desde hacía ya medio siglo. Nada fuera de lo normal, salvo que ese primer marido al que sobrevivió tanto en el tiempo se llamaba Wofgang Amadeus Mozart. El rostro palpable de esa mujer contempló y besó al genio, y el velo del tiempo se descorre para enseñárnoslo.

5 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
¡Parecen los muertos de la película de "Los otros"!
¡Qué miedo!
Salu2 pavorosos.

José Miguel Ridao dijo...

Sí que acojona un poco, aunque seguro que si ellos pudieran ver nuestras fotos actuales, por ejemplo de Belén Esteban en colorines, les daba un infarto.

Abrazos silicónicos

Liliana G. dijo...

¡¡Hola, Ridao!! Hacía tiempo (casi de la época del daguerrotipo) que no pasaba por aquí, fue cuando me dije que ya era hora de volver al ruedo. Y aquí estoy, disfrutando de tu maravillosa cultura con esta historia desconocida para mí.

Besos y cariños, es un placer saludarte. Aquí va una mariconada propicia para la ocasión :)

José Miguel Ridao dijo...

¡Lilianaaaaaaa! Qué alegría. Me estoy acordando de aquel día en que te dejé un hermoso y oloroso regalo que lució espléndido en tu blog roll junto a rosas y nenúfares. Ahí empezó de verdad nuestra amistad.

Abrazos nostálgicos.

Liliana G. dijo...

Jajajajjaaaaa imposible olvidarme de semejante presente. ¡Cuántos recuerdos!

Cariños