jueves, 7 de marzo de 2013

Despertares


Crisantemos en flor, ranas ahogadas
en el agua de las primeras horas,
honda y sombría.
La mirada al frente, rostros veloces
se deslizan encima de las tapias.
Y no duelen los años...
El sueño de la nada desemboca
en unas mariposas frías
que tiran suavemente de las sábanas
para arrojarnos muertos a la vida.
Y no duelen los días,
y no vuelven las ranas,
y los amaneceres pálidos
siguen vistiendo la mañana.

2 comentarios:

Dyhego dijo...

Monsieur Ridao:
Tristeza de un adiós al que acompaña el tiempo.
Salu2.

José Miguel Ridao dijo...

Si no fuera por el tiempo...

Un abrazo intemporal.