martes, 10 de enero de 2012

Apuntes (150): Disparates


Síndrome postvacacional. Buena cosa: señal de que estoy sano.

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Alaba Bergamín en un ensayo las bondades del disparate en la vida y en la literatura.Es ésta una de esas palabras para cuya comprensión conviene acudir al diccionario, que nos informa de que algo disparatado es "contrario a la razón". No se trata, pues, de un desatino, eso que decimos cuando estamos desesperados de que vamos a "hacer un disparate". Se trata de algo más sutil: una especie de iluminación, el motor creador de muchos poetas que han disparado unos versos sin pensárselo dos veces, o, como dice el autor, utilizando "una forma inventiva, creadora, poética del pensamiento", y alumbrando así algunas de las creaciones más hermosas de nuestra literatura.

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Ya me gustaría a mí estar todo el día haciendo disparates. Modestia aparte, alguno que otro disparate sí que suelto en este blog; me queda saber si son disparates de los buenos o de los malos.


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Un disparate de los malos: "Como esto siga así no sé lo que voy a hacer, igual me tiro a un río, como Ganivet". Pero... ¿se trata de disparate o desatino? ¿No será más bien una bravuconada, una llamada de atención? O acaso se trate de una gilipollez... Sí, seguramente es esto, no faltan antecedentes en mi blog. En cualquier caso, se está convirtiendo en una paja mental, así que mejor lo dejo, que además me estoy yendo por las ramas (ahora vendría lo de los monos que se suben a las ramas y tal, pero no lo voy a decir, que paso de la paja mental al coñazo, lo que, bien pensado, no deja de ser un avance...). Bueno, va, me callo.

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Últimamente tengo abandonado el cuaderno de papel, y escribo la mayoría de mis apuntes directamente en blogger. Tengo que reconocer que el hecho de escribir a mano es más una pose que otra cosa: lo hago más bien porque me resisto a abandonar el medio tradicional, pero el ordenador es mucho más práctico, y más aún con la moda de los teléfonos inteligentes (tiene cojones que haya tantos teléfonos inteligentes en manos de zoquetes sin remedio).

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Lo mejor de Pickwick Papers, con diferencia: el personaje de Mr. Weller.

3 comentarios:

Paco dijo...

JMR, un disparate es siempre bueno. Si es malo se convierte en un desatino. Opino...

José Miguel Domínguez Leal dijo...

El otro día vi en un tienda un traje que vendían con la etiqueta de "traje inteligente". Cosas de Cádiz...
Un abrazo, tocayo.

José Miguel Ridao dijo...

Me honras con las iniciales, PP (vaya cómo suena). Pues has dado en el clavo: si Bergamín viviera te daría un abrazo.

Lo de Cádiz es arte puro, tocayo, aquí nos quedamos en gracia.

Abrazos.