sábado, 9 de julio de 2011

Apuntes (114): El pozo oscuro


La clave está en no pararse a mirar: nunca adentrarse en el propio ser, porque entonces la conciencia propia nos engulle y nos paraliza. Si eres consciente de ti mismo dejas de ser feliz. La felicidad consiste en una huida hacia delante; sentir en vez de pensar; dejar que el viento acaricie tu rostro y taponar el brocal del pozo oscuro que todos tenemos abierto en nuestra alma.


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Y, claro está, escribiendo de esta manera no hay quien sea feliz.

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Estoy releyendo la antología Todo es para siempre, del poeta arcobricense Pedro Sevilla, y me deslumbra más si cabe que la primera vez. Son versos profundos, arraigados en el terruño. Como dice acertadamente Enrique García-Máiquez en su excelente prólogo, es quizá uno de los últimos poetas verdaderamente rurales, que tienen el campo metido en los tuétanos, muy diferentes de los que, como yo, no pasamos de excursionistas admirados.

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Esta noche de 9 de julio he pasado frío mientras dormía en Alájar, y me he recreado en esa sensación tan poco usual en el verano sureño. Así se comprende que la estación veraniega se espere y se disfrute tanto en otras latitudes, pues trae una brisa y un aroma vivificantes que no tienen nada que ver con el infierno que nos visita por aquí durante dos meses.

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Estuvo sembrado el otro día Trapiello en su blog cuando dijo cuánto tenemos que agradecer a la televisión todos los años por estas fechas al recordarnos la suerte que tenemos de no estar en los sanfermines.

10 comentarios:

La de la ventana dijo...

Qué cierto es eso que dices, Ridao. Creo que mis mejores momentos felices han sido aquellos en los que he dejado de pensar en mí y me he limitado a seguir adelante, a avanzar. Sin dejar de pedalear nunca, so pena de perder el equilibrio (nunca mejor dicho...).

Estoy con Uno y contigo: si me pierdo, que no me busquen en los Sanfermines.

Liliana G. dijo...

Es cierto, José Miguel, la felicidad está en disfrutar hacia adelante, en huir del existencialismo que nos devora a pura pregunta. Pero... pa´que sepas, no tengo ningún pozo abierto en el alma, por ahí, algún agujerito, como mucho. Eso sí, tus reflexiones suenan estupendas.

En la noche del 9 de julio, día de la Independencia Argentina, también hizo frío, pero claro, estando en invierno bueno sería que hiciera calor...
El tiempo está loco pero no tanto como nosotros.

Besos vacacioneros.

José Miguel Ridao dijo...

Sí, Teresa, yo también lo he sentido, pero poquísimas veces. La conciencia de uno mismo es una especie de maldición.

Pues feliz día. Liliana, aunque me mosquea un poco, que los españoles éramos antes los dueños de ese cortijo, jeje.

Besos.

Liliana G. dijo...

Gracias, Ridao, pero yo soy García y estoy igual que vos.
Lo que no me causa ninguna gracia es que todavía tengamos a los ingleses metidos en nuestras Islas Malvinas, como por allí los tienen en el Peñón de Gibraltar. Colonialismo en pleno Siglo XXI, es el colmo.

Besos mosqueados.

José Miguel Ridao dijo...

¡Muerte a la pérfida Albión! Juntemos una nueva Armada Invencible hispano-argentina para dar p'al pelo a los perros colonialistas. ¡Que desembarque la Legión en las costas británicas! ¡God kill the Queen!

Abrazos exaltados.

Anónimo dijo...

'The unexamined life may not be worth living, but the life too closely examined may not be lived at all' (Mark Twain) :-)

José Miguel Ridao dijo...

What a wise man, Twain! He lived his life, and I bet it was worth living.

Anónimo dijo...

Miguel, no creo que la clave sea no pararse a mirar en el pozo. Todo el mundo lo ha hecho alguna vez, e incluso es bueno, para tener conciencia del abismo. No creo que para ser feliz haya que huir hacia delante, simplemente consiste en saber convivir junto al pozo pero sin sufrir la perentoria necesidad de estar asomado a él.

La vida es para vivir, sentir, compartir, reír, sufrir, y todo eso es imposible dentro del pozo, porque al entrar te ponen una anestesia que te bloquea cuerpo y alma y no te deja vivir.

El pozo siempre va a estar ahí, y no desaparece por mucho que lo intentemos. No podemos permitirnos vivir en esa oscuridad, intentando descifrar el origen o el final del pozo, porque es una ecuación sin solución.

Bueno, maricona, ya está bien de filosofar, que mañana tengo que madrugar. El fin de semana me tomaré un cubata a tu salud (después de pintar, por supuesto).

Un beso para la familia y que lo paséis bien en Rota

José Miguel Ridao dijo...

Que le den por culo al pozo, mejor bebemos agua del grifo. Pero vamos, que tienes mucha razón en lo que dices, y profundizas, que no es fácil.

No pintes demasiado, no vaya a ser que te caigas al pozo.

Muchas gracias, y lo mismo te digo, ya queda menos para estrenar la tienda.

Un abrazo fuerte.

Anónimo dijo...

Me alegra que una persona tan sabia me dé la razón.

Y lo dicho, que le den por ahí al pozo.

Un abrazo.