lunes, 31 de mayo de 2010

La caverna


Ayer visité la caverna donde viví hasta hace pocos días, y aún conservaba el olor de mi desdicha.
Las mismas paredes de tierra, el pequeño hueco en que dormía, el agujero en el techo por donde vislumbraba un trocito de cielo siempre nublado, y por la noche ninguna estrella. Me entró cansancio, y me tumbé en el suelo para ordenar mis pensamientos, pero sólo logré atormentarme y conjurar fantasmas cercanos. Entonces me levanté y corrí despavorido lejos, muy lejos de la cueva, hasta que no pude más y miré hacia atrás para ver si había escapado, justo en el momento en que una grieta se abrió ante mí. Mis ojos no alcanzaron a verla, y me precipité por ella para volver al abismo de mi terror más profundo, de donde ya nunca saldré.

11 comentarios:

maile dijo...

Pues por enesima vez espero que se trate de literatura o de un mal sueño, porque da un poco de miedo, y sentirse asi debe ser, en verdad, terrorifico.

Saludos mi señor Ridao.

Muñoz Escasso dijo...

Yo cuando me siento así tengo un protocolo de actuación, que no has de seguir:
busco en internet la poesía esa famosilla de Kypling,(o como se escriba);antes acudía a un puti-club y/o llamaba a un teléfono erótico,(aunque estoy cogiendo reparo moral a ambas cosas). Ahora me quedo solo escuchando música en mi oficina;y empiezo a pensar en como levantarne una vez más. Antes conseguía recuperarme con más facilidad, pensando en símiles deportivos y otras mandangas del tres al cuarto.
Ahora jamás encuentro solución, si acaso consuelo viendo que increiblemente hay gente que aún me quiere; tengo cuatro euros pa un vino; y esbozando una sonrisa recoradando como hace siete días casi me echan de una taberna por imitar al apestoso dueño en su cara y manifestarle delante de sus empleadas, que no era capaz de enetender como maltrataba de esa forma a sus camareras, que eran mucho más bellas y profesionales que él.Todo esto no cura pero si consuela.

Torcuato dijo...

¿Seguro que alguna vez saliste de aquella caverna?

Saludos Ridao

Bea. dijo...

Espero que si salgas de la caverna Ridao eso es muy clustrobóbico.Yo en cuánto me empiezo a sentir mal recurro a una de las frases de mi mejor amiga.
Cuándo la vida te presente razones para llorar.
Demuéstrale que tienes mil y una para reir.
Nada sucede nunc como deseamos
ni como supniamos
ni como teníamos previsto,
menos mal que siempre me acompaña la chispa de la vida.
O esta otra que me parece superior:
Si tienes un sueño ( puede ser erótico) tu vida siempre serrá interesante.
Espero que os sirva a mi me van fenomenal.
Un beso vividor.

Liliana G. dijo...

¡Hola José Miguel!
Estoy maravillada con tu texto, realmente maravillada. La metáfora, casi toma la forma de parábola, abriéndose a la interpretación del lector, quien adivina tus circunstancias.
Tiene estilo. Muy buen texto.

Besotes.

(Aunque estoy con trabajo "hasta las orejas", tarde o temprano pasaré por aquí :)

Fernando Moral dijo...

Te veo platónico, como el amor.

Un metabrazo.

José Miguel Ridao dijo...

Afortunadamente la etiqueta es "ficción", Maile.

Joder, Escasso. Igual sigo tu protocolo, promete mucho.

Y yo que me lo creo, Torcuato.

Abrazos cavernarios.

José Miguel Ridao dijo...

Tu método supera al de Escasso, Bea.

Agradezco de corazón tus palabras, Liliana.

Mejor no me metas na, Fernando.

Un abrazo metacavernario.

Bea. dijo...

Claro que e mejor que el de Escasso igualmente me funciona irme de compras y fundir un par de tarjetas ,ja,ja,ja.

Mery dijo...

Tu microrrelato me ha recordado las mazmorras donde debieron pudrirse aquellos cautivos del medievo.
Siempre me sorprendes, José Miguel.

Un beso

José Miguel Ridao dijo...

A mí eso me hunde más, Bea.

Gracias, Mery. Es verdad, los que salían en las películas. ¡Qué horror!

Abrazos.